Keren & Jose

En una época en la que las redes sociales no existían, el destino nos conectó de una forma sencilla pero mágica: a través de una llamada telefónica. Fue una amistad inesperada, introducida por una amiga en común, que comenzó con risas, largas charlas y una conexión que solo iba creciendo con el tiempo.

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Aunque no nos conocimos en persona de inmediato, las palabras construyeron un puente indestructible entre nosotros. Con el paso de los años, la vida finalmente nos llevó al encuentro que tanto habíamos esperado, y en ese instante, todo encajó. La amistad que habíamos cultivado se transformó en un amor tan natural como respirar.

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Nuestra relación siempre ha sido un refugio de risas, aventuras y confianza. Hemos viajado, disfrutado, reído y llorado juntos. Cuando la vida nos separa, regresamos al mismo lugar y hoy nos casamos para nunca separarnos más.

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Cuando encuentras a la persona con la que puedes reír, confiar y soñar, sabes que has encontrado tu hogar. Nosotros estamos sumamente felices de esta nueva etapa y agradecemos a todos los presentes por compartirlo con nosotros.